1.460 euros por un kilo de angula.

¡1.460 euros por un kilo de angula! Es lo que costarían 27 barriles de petróleo, o algo más de dos onzas de oro. Y eso es lo que pagó Delfín Jesús García (Angulas y Mariscos Delfín) ayer en la rula de La Arena por un kilo de angula.
El primero en rular fue Pablo Riesgo González, de Peñaullán, que salió de la subasta en una nube pensando que «mereció la pena pasar la ‘invernada’ que padecimos por la noche», y con la idea de «volver hoy (ayer) por la tarde, a ver si cae más». En total entregó 305 gramos, que le supusieron 445,30 euros. En un vale, ya que aquí no se paga en mano, aunque no hay problema de fondos.
A la angula, por lo que se ve, no le afecta la crisis económica que está sacudiendo el mundo. Ayer en la rula de La Arena se batió un récord histórico en lo que a precio se refiere, porque capturas hubo más bien pocas. En total se rularon 1.760 gramos, que hasta llegar a la cazuela tienen que mermar un 25%, para quedar en 1.320 que se pueden comer. Da para diecisiete raciones a un precio que rondarían los 200 euros. Sólo para paladares muy pudientes económicamente.
La mañana se presentaba movida en La Arena. Cuatro compradores llegaron a la rula con ganas de hacerse con las primeras angulas del río Nalón. El domingo se abría la veda, aunque sólo para unos pocos. Los pescadores desde lanchas a motor han preferido, salvo contadas excepciones, acogerse al paro biológico. «Son como unas vacaciones», asegura uno de los que ha elegido esta modalidad, y que volverá a faenar a partir del 21 de noviembre.
«¿Cuánto pagarán?»
El riesgo es perderse un precio como el de ayer, que probablemente no se vea más en toda la costera. «A ver a qué precio se paga», comentaba cruzando los dedos Pablo Riesgo antes de que se abriesen las puertas de la cancha sotobarquense. Todavía no habían comenzado a llegar los compradores. Marisa Alvaré, de Angulas Pura, fue la más madrugadora. Le siguió Delfín Jesús García y Manuel Landajo, acompañado de su hija Irene, retrasándose un poco más Olegario Muñiz, de Angulas Mari Fé.
«En Galicia está a 350 ó 400 euros», explicaban algunos compradores entre sí, mientras que otros se quejaban por la ausencia de motoras en estas primeras mareas. «Cuando vayáis y pesquéis os la vamos a dejar aquí toda para que la comáis vosotros», decían en un tono entre la advertencia y la broma. Era el tira y afloja propio de esos momentos. Todos tenían claro que la crisis «va a hacer estragos esta temporada», pero el primer kilo se pagó a precio de oro.
La puja comenzó en 1.500 euros y cuando el ordenador señalaba los 1.460 Delfín apretó el pulsador. Preguntado por la cantidad que compraba, señaló: «medio kilo». Fue el primer impulso, porque interpelado otra vez por el ‘rulero’ Pepe Díaz, se descolgó con medio kilo más. Lo habitual es ‘mandar’ como mínimo cinco kilos, pero a ese precio… Pablo Riesgo, que tenía su caldero con lo que a él le parecían 300 gramos, miraba para todos los lados preguntando qué pasaba. No se creía lo del precio que veía en la pantalla, al tiempo que hacía cálculos con lo que iba a cobrar.
«Hoy vine yo, porque mi padre y mi madre tuvieron que ir al médico, pero si no, yo la pesco y ellos la rulan, mientras yo duermo para volver a pescar el día siguiente», explicaba Pablo Riesgo, mientras atendía el teléfono y al otro lado pensaban que les tomaban el pelo con el precio que decía que le iban a pagar. La sonrisa no se le borró de la cara y es que no era para menos.
La subasta se reanudó y Marisa Alvaré paró la cuenta atrás en 1.230 euros. «¡Compro toda. Viva o muerta!». Como si fuese un forajido del Lejano Oeste, la angula que entró ayer por las puertas de la rula de La Arena tenía precio. Alto, muy alto. Y sus horas contadas.
El Balneario y Casa Justo.
Al final sólo se rularon 1.760 gramos. 870 de ellos se los llevó Delfín Jesús García, comprando para Casa Justo, de Gijón, y el Balneario, de Salinas. «Es una temporada complicada por la crisis, pero merece la pena pagar este precio». Él sabe lo que es ir a la angula, aunque más habitual es ver a su hermano por las riberas del Nalón: «Es muy cara por ser la primera de la temporada, pero luego creo que el precio se estabilizará entre los 300 y los 500 euros, que no habrá mucho desfase sobre esas cifras».
Sobre el récord, se mostraba seguro en sus afirmaciones: «Todos la queríamos y todos íbamos a pujar, así que había que lanzarse cuanto antes». Los 890 gramos restantes fueron para Marisa Alvaré, que sigue la tradición de su madre Pura. Esos irán para la Zamorana (Gijón) y La Goleta (Oviedo).
Más tarde llegaría la noticia de que Casa Tista, en Ribadesella, había pujado por encima de los 2.000 euros por 300 gramos de la ría riosellana. Precios desorbitados, de los que se beneficiaron unos pocos, pero que será difícil volver a ver.

0 comentarios:

Publicar un comentario